lunes, 19 de noviembre de 2007

Borregos todos o la imbecilidad de los "inteligentes"


Durante el verano me dediqué a leer los vestigios de las lecturas escolares de mi hermana menor. Obras que, por cierto, adquirí por su encargo luego de sendos peregrinajes por las tiendas de libros usados de Concepción. De esta forma pude salir del empacho y leer Narciso y Goldmundo (libro que se había hecho inubicable durante mi periodo de Hessemanía) y encontrarme con agradables y extrañas sorpresas como “Desde el jardín” (Extraña traducción para el título original : “Being there” de Jerzy Kosinski) que se grabó en mi memoria como un sarcástico ejercicio literario que está dotado de absurdos pasajes cotidianos y situaciones tragicómicas.

Lo primero que pasó por mi cabeza al tener este libro en mis manos fue “¿Por qué no estaba en la lista de lectura obligatoria del colegio cuando yo estudiaba ahí?”, lo segundo que pasó por este pequeño maní donde se generan sinapsis varias fue “No puede ser!! No..no…no lo puedo creer…son todos unos idiotas” Esta última letanía retumbó en mi cerebro durante toda la lectura, haciéndose cada vez más y más fuerte como el sonido de los tambores de cazadores pigmeos que se acercan velozmente a su presa. Y es que realmente no podía creer lo que estaba leyendo…era, simplemente, demasiado…¿Cómo era posible tal grado de estupidez dentro de las elites políticas e intelectuales? Pero luego sonreí y sacudí mi cabeza, pues si algo he aprendido es que existe un DEBER SER que RARA VEZ ES y, si bien, quienes dirigen nuestros destinos supuestamente deberían tener un grado normal o superior de inteligencia por un momento olvidé que hace bastante tiempo los gobiernos dejaron de ser encabezados por personas con las habilidades de Pericles y que, en cambio, estamos llenos de gente como Bush y Chávez. Tampoco puedo dejar de decir que Balechet no es una lumbrera y que gente brillane como Ricardo Lagos (Padre, no Weber porque ese gil se demoró 15 años en recibirse de abogado y no sabe ni bailar cueca) y Piñera hacen cosas francamente imbéciles debido a sus elefantiásicos egos. Casi se me olvida que nuestras elites sufren cierto grado de osificación intelectual…¿És que acaso no vemos tales patéticas manifestaciones TODO el tiempo y en CUALQUIER lugar?... Sí… en realidad nuestras élites son bien tontas o tal vez no lo sean pero los flagelos de la pretensión y el snobismo son un caldo fértil para el crecimiento de la imbecilidad y si nadie se da cuenta de los errores del resto o de los propios y no son corregidos, bueno… entonces la imbecilidad se torna en una enfermedad crónica.

Desde el jardín narra la historia de un ser anodino, ignorante e inocente. Una persona algo limítrofe que fue apartada de la sociedad y que vive dentro de su propio mundo en el que su única relación con el exterior era la televisión y, no habiendo ido a escuela alguna y siendo analfabeto, constituía su única fuente de conocimiento… JA! JA! Simplemente una brillante metáfora del letargo cultural e intelectual que experimenta la sociedad producto de la cajita negra (cajita que amo, pero que es bien nociva…reconozco que a asesinado por lo menos a la mitad de mis neuronas ). Este hombre que no sabía nada del mundo ni de la vida se desempeñaba como jardinero y un buen día, tras la muerte de su benefactor, es arrojado sin previo aviso a la vorágine del mundo moderno sin contar con más información que aquello que había visto por televisión y sabiendo sólo de flores.

Este humilde jardinero llamado Chance, desfondado en el mundo, que siempre habla refiriéndose a las plantas que tanto ama y conoce, que observa a su alrededor aprendiendo por imitación y que dice aquello que es obvio es un hombre básico y simple que se cruza por esas casualidades del destino con los miembros de poderosos círculos políticos, intelectuales y empresariales quienes , al ser incapaces de comprender su simplicidad, buscan intricadas interpretaciones ha sus dichos y lo elevan a la categoría de gurú . Entonces Chance- que incluso carece de existencia legal y dice ser “Chance el jardinero”, (Chance, the gardiner)-, pasa a ser conocido como “Chauncey Gardiner” y comienza a ser considerado como un profundo hombre de interesantes ideas filosóficas, un gurú espiritual y asesor político y financiero e incluso pasa a ser una figura de la televisión ….

Es desesperante e hilarante el pasaje en que comparte con el embajador ruso quien, ante la sonrisa que el desconcertado chico esboza ante un chiste hecho su idioma nativo, cree que él habla ruso y que ha leído las obras completas de un intrincado escritor en dicha lengua. Ese pasaje, así como también un par de bochornosos incidentes en los Chance se enfrenta a la sexualidad humana sin comprender ni un ápice de lo que estaba sucediendo (El homosexual que se masturba con el zapato del pobre hombre y la desesperada E.E que trataba por todos los medios de que Chance tomara la iniciativa ante sus insinuaciones) son sendos diálogos de sordos, un oda a la incomunicación reinante en estos días.

Chance, obnubilado por este grupo de personas que lo alaban día y noche y que parecieran hablar en un lenguaje desconocido para él, simplemente continúa comportándose según lo visto en la televisión y a seguirles el juego pues, mientras lo admiren así no le faltará techo y comida. Pero lo cierto es que este grupo de entes verborreicos lo fastidian, lo acosan, lo persiguen, no lo dejan disfrutar del cielo estrellado ni de la quieta compañía de las plantas. Dentro de su ignorancia, Chance los sabe idiotas y desesperados pues no entiende porqué sus palabras y su presencia causan tal revuelo (Al pobre Chance lo proclaman como candidato a vicepresidente)… Chance, en su inocencia, no conoce las segundas intenciones ni las lecturas entre líneas… para él las cosas son lo que son y no lo que aquellos que creen saber más deciden que es.

Es interesante la idea que nos plantea este libro respecto de la alienación del ser humano y de la suerte de velo que cubre a las personas a medida de que van adquiriendo más conocimiento y poder… La gente en la cima pierde la capacidad de ver lo esencial, no saben reconocer lo obvio de lo complejo y, en buenas cuentas, se encuentran tan o más desconectados de la realidad de lo que el mismo Chance estaba.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Fragmento, parte II (No hay tiempo para pensar en títulos)

Hola a todos =) en este momento me encuentro en período de exámenes y la verdad es que no me he dado el tiempo para escribir . El problema es que durante esta etapa tan hórrida es cuando se me vienen más ideas a la mente, las que debo acallar en pos de un buendesempeño académico. .... y blah, blah... blah....
El punto es que me fui a mi casita a estudiar y obviamente no hice nada.... bueno...nada de lo que debía hacer, para ser más precisa. Hice una playlist con mis canciones favoritas de grupos metaleros varios, su buen toque de Depeche Mode (Playing the angel completito y lo cerré con el cover que Lacuna Coil hizo de "Enjoy the Silence" ...bueno.. harto rara yo), una pizca de Pink Flyod, algo de Pearl Jam y rematando con Live para alegrar un poco la noche y de ahí me puse a sacar la vuelta como condenada... @_@... y continué el intento de guión de comic que ya no es guión sino que una cosa mutante (creo que vendría siendo algo así como un cuento a estas alturas ¿no?)y lo posteo por mientras que maduro ciertas ideas que tengo para escribir sobre : Dorian Gray, Chaunce Gardiner(Chance the Gardiner... en realidad) y bueno, varias otras cosas que se me han ocurrido para evadir el tedioso estudio de la ley de quiebras y los contratos mercantiles...
En estos minutos en que sólo quiero dormir, dibujar, escribir y regalonear es cuando más debo recordar que si me esfuerzo lo necesario éste será mi último año universitario... chin chin.... Ya llevo 2 exámenes aprobados de 7!! Quedan sólo 5 más..... ¡Vamos que se puede!!!!!!
Bueno ... ahora los dejo con mi Frankeinstein literario xD......
II

-De más está decir que pueden permanecer con nosotros el tiempo que deseen, pues los amigos de mi padre son mis amigos.- Viel esbozó una sonrisa algo forzada….-La verdad, Draco, es que jamás pensé en lo que pasaría después del rescate. Muchas gracias.
-Realmente viajar con ustedes nos ayudará a esclarecer la mente.- Murmuró uno de los chicos mientras pulía su espada.

Draco se puso de pie y dio una seña a sus hombres para que iniciaran el desmonte del campamento. Con paso lento se dirigió hacia la orilla del abismo, donde Erika se encontraba. La miró detenidamente y se inclinó sobre ella. – No me digas que pasaste la noche en vela.
-No te lo digo.
-¿Tienes hambre?
-No.
-¿Cómo pretendes continuar si no te alimentas y no duermes?
-No voy a continuar.- Suspiró la chica. Draco se sentó a su lado.- Sé que mi padre y tú eran muy cercanos, y no te mentiré ocultándote que su relación me provocaba muchos celos, pero querer seguirlo hasta la muerte me parece algo extremo. Él quería verte feliz.- Erika cerró los ojos.- Pues… no pienso echarme a morir. En serio. Pero no iré con ustedes.
-Erika, cualquier problema que hayamos tenido en el pasado quedó atrás… estamos juntos en esto y así seguiremos.- Ella se incorporó lentamente.-No conozco otra forma de vida que la que Colton me enseñó…yo… no sé si sería capaz de empezar de nuevo.
-Qué exagerada eres. La vida de un mercenario no es muy diferente de la de un soldado. Además seguirías bajo las órdenes de un Colton.- Draco hizo un pucherito… hacerle esa clase de gestos a la chica que tanto detestaba le parecía algo irreal, pero haberla visto dispuesta a morir por su padre y verla llorar como una niña sobre su cadáver le hizo sentir que ella no era más que otra frágil damisela en apuros que necesitaba desesperadamente su ayuda. Erika le sonrió.-No puedo creer que me hayas puesto esa cara.- Sacudió su cabeza y se abalanzó sobre Draco abrazándolo. Él, algo descolocado, la rodeó con sus brazos.- ¡Perdóname!-exclamó. –No tengo nada que perdonarte.- Respondió el medio-elfo. – Claro que sí…. Tu padre ha muerto por mi culpa.- Susurró rompiendo en llanto. Draco se sentía tremendamente incómodo....siempre sus encuentros con Erika terminaban con los dos bastante maltrechos, con ,a lo menos, unos cuantos tajos y un par de costillas rotas. El único contacto físico que habían tenido había sido a través de complicadas llaves de lucha y ahora la tenía como un animalito herido llorando entre sus brazos.-Ya… no llores….papá habría muerto de todas formas…por lo menos le diste la oportunidad de morir dignamente, además…. yo debería haber llegado antes. Ahora tienes que ser fuerte y seguir viviendo para que él se sienta orgulloso de ti.- Draco limpió sus lágrimas y la apretó muy fuerte contra su pecho.- Quiero que cuides a mis niños… Prométeme que lo harás.
-Te lo prometo. – Erika le dio un beso en la mejilla y se puso de pie. -¿Qué vas a hacer?- El preguntó el mercenario. –Bueno… voy a volver a Däehass.- Contestó Erika recobrando su compostura. –Eso es ridículo… no puedo permitirlo.
-Si nadie se hace responsable de lo sucedido las tropas imperiales nunca dejarán de perseguirlos. También podrían pensar que el resto de mi batallón está involucrado…no quiero arriesgar a los inocentes.
-Pero ¿estás conciente de que podrías morir?.- Inquirió Draco algo perturbado.

Erika encogió los hombros.- Pues después de que mi primo decidiera ejecutar a Colton puedo esperar cualquier cosa de él… si ha de tomar represalias lo justo es que sean en mi contra.
-Pero….- Erika se quitó un pequeño amuleto del cuello, tomó la mano de Draco y lo puso en su palma.- Pero nada.- Cerró el puño del joven y lo apretó con fuerza.- Sabes… voy a extrañar nuestras peleas.
-Quédate con nosotros y te aseguro que tendremos muchas peleas más…tú sabes que en el fondo eres como mi hermanita.
-Dudo que un verdadero hermano de sangre pueda llegar a ser más molesto que tú.
-No sacaría nada con rogarte que te quedes, ¿Verdad?
-Claro que no….tengo que asegurarme de que el derramamiento de sangre no continúe.- Draco cubrió el pequeño puño de Erika con su otra mano.- No sé si eres condenadamente estúpida o valiente, pero te deseo suerte y si sobrevives espero que me llames para entregarte en el altar.- Ella sonrió.- Ustedes los Colton nunca pierden las esperanzas ¿eh?
-Lo mínimo que puedo hacer es desear tu felicidad…. Si no me hubieras rogado aquel día, jamás habría acudido al rescate de mi padre y ahora me sentiría aún más miserable.- Erika lo volvió a abrazar.- Ustedes los hombres son unos brutos orgullosos… me alegra que al menos hayan quedado en paz.
-Me alegra también haber quedado en paz contigo…si alguna vez me necesitas, ya sabes como encontrarme.



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El campamento ya estaba desmontado. Draco tomó a Erika de la mano y juntos se condujeron hacia donde se encontraba el resto del grupo.

A los miembros del ahora disuelto batallón de los diablos rojos no les sorprendió la decisión de Erika y, aunque un par de ellos deseaba acompañarla en el castigo que le esperaba, ella logró disuadirlos. En ningún caso debían ser arrastrados por sus impulsos cuasi-suicidas y ya habían sido demasiado leales al involucrarse en aquel descabellado plan que por poco les cuesta la vida. Por otro lado, desde una perspectiva un tanto egoísta, sólo ella era incapaz de concebir una vida sin Colton…sin las campañas, sin su risa e incluso sin esa ira que había conocido tan bien durante la última guerra librada contra el ejército del rey Karim… Era extraño que ahora recordara con cierto dejo de alegría aquel episodio: El rostro desencajado y furibundo de Colton; la rotura de nariz propinada por aquel puño de fuego y las costillas rotas del rey. “- ¡¡¡No os mato por respeto a la memoria de vuestros padres y os aseguro que ellos deben estar tan decepcionados de vosotros como yo!!!”- Bramó el General a ambos chicos mientras arrastraba a Erika del brazo sin prestar atención a su nariz sangrante. Desde entonces él la trató de forma mucho más fría y distante; como uno más del batallón. Sin embargo, después del fallido rescate había vuelto a ser su “pequeña”…

Erika se alejó del grupo con la tranquilidad de que había hecho las paces con su maestro antes morir, de que había recuperado la confianza y afecto de aquel hombre al que consideraba como a un padre.

Iba decidida a enfrentar su destino convencida de que era lo mejor para sus hombres y para ella, pues su deber como capitán es responder por los actos de insubordinación de sus subalternos ; más aún si el levantamiento fue ideado y ejecutado por ella. Puede que sea una traidora, pero seguía siendo un soldado y si era necesario morir por haberse levantado en contra de su primo, rey y señor, gustosa aceptaba las consecuencias de sus actos porque no se arrepentía de nada…de absolutamente nada. Es más, jamás se había sentido más orgullosa de sí misma y seguiría las enseñanzas de su mentor hasta el final.