martes, 28 de agosto de 2007
What have I done?
lunes, 27 de agosto de 2007
Las potestades del pater
Nada que decir... el derecho romano igual es interesante y culturizarse un poco acerca del sistema jurídico que heredamos no es malo. =)... ya se vienen "Steppen Harry" y "La Vie en Rose" (inspirada en los aciagos efectos que han tenido sobre una amiga la lectura de novelas rosas...ojo que ella me autorizó ¡Si no soy tan mala!)que serán unas mini tiras que publicaré y atentos al Blog de cuentos de Liz-Chan @_@ donde mis monstruosas garritas darán vida a sus personajes.
Para todos aquellos que se quejan de sus progenitores o que los consideran cuasi sargentos, aquí les va una muestra de lo que significaba ser padre en los tiempos antiguos… ahora, piénsenlo 2 veces antes de decir “viejo re#&%#@!!!!”
SER PADRE EN LA ANTIGUA ROMA Y SER PADRE HOY:
Las potestades del pater

¿Por qué nació esta fuerte figura autoritaria conocida como el Pater? ¿Cuáles eran sus poderes sobre los demás miembros de la familia? ¿Cómo fue evolucionando a través de la historia? Sin duda, la mayor polémica que encierra la patria potestad radica en lo arbitrario de las facultades que el Pater posee.
Para conocer el origen de las potestades del Pater es necesario remontarse a la génesis de la sociedad romana y del núcleo de ésta: la familia, institución del derecho romano privado nacida con fines de orden y defensa social, es decir, como un organismo político[1], pues todos los miembros de ésta se encontraban sujetos bajo la férrea autoridad del Pater. La familia Romana difiere enormemente de nuestro actual concepto de familia, al cual sólo comenzó a aproximarse a partir de las elaboraciones del derecho justinianeo. Las particularidades de esta institución están dadas por los miembros que la componen, los vínculos que los unen y los modos de entrar a formar parte de ella y de salir. Un aspecto primordial de la estructura de la familia romana es el carácter agnaticio del lazo que une a sus miembros; lo anterior significa que pertenecen a la familia romana sólo aquellos descendientes por vía de varón de un Pater común que se encuentren bajo su autoridad o que lo estarían si él viviera[2], desprendiéndose que la expresión Paterfamilia no alude a la idea de alguien que posea descendencia biológica, sino que indica una situación de autonomía económico-jurídica [3]. El Pater, es por lo tanto, el único sui iuris dentro de su agrupación y cumple funciones de carácter político a través de su facultad para organizar el grupo familiar, es el sumo sacerdote; ya que dirige las ceremonias de culto privado y detenta el poder económico, pues todos los bienes están a su nombre; mientras que quienes se encuentran bajo su patria potestad se denominan alieni iuris. Es interesante destacar el hecho de que los alieni iuris sólo obtenían la autonomía económica y jurídica una vez que el pater familia moría, por lo cual se daban casos en que ilustres magistrados eran aún incapaces jurídicamente. Lo anterior dio pie para que comenzaran a darse ciertas modificaciones en el derecho de familia durante el período clásico.
Siendo el pater el pilar de la familia romana, ésta podía estar exclusivamente constituida por él en el caso de que se tratara de un varón sui iuris sin descendencia[4]; cosa que, actualmente, sería impensable, pues la familia se concibe básicamente como una agrupación de personas unidas por un vínculo sanguíneo o en el caso de los hijos adoptados, unidos por un lazo jurídico.
Volviendo a la familia romana, habíamos dicho que sus miembros estaban ligados por un vínculo agnaticio que implicaba la sujeción o subordinación al poder del jefe de familia, el cual ejercía sobre ellos una serie de potestades, las cuales actuaban como aglutinante jurídico del grupo[5]. Dichos poderes están contenidos en una facultad denominada Patria Potestad, que se define como “el poder absoluto y vitalicio que corresponde a todo hombre libre, ciudadano romano y que se ejerce sobre la persona y bienes de sus hijos legítimos, adrogados y legitimados, y descendientes por vía de varón.”[6] Este poder es homologable a las atribuciones de los jefes de familia en otras sociedades patriarcales como la hebrea y se caracteriza por centrarse más en los intereses personales del Pater que en la protección del hijo, teniendo como consecuencia el no modificarse a medida de que quienes estén sujetos a ellas se desarrollen; tampoco pueden ser liberados de este poder al llegar a la mayoría de edad ni al contraer matrimonio. La patria potestad sólo puede ser ejercida por el pater, pudiendo ser éste padre o abuelo y, finalmente, la madre no posee la patria potestad[7]. (Pobres de nosotras, éramos más insignificantes que un cero a la izquierda, pero mediante veneno e intrigas varias igual lográbamos ciertas cosas interesantes. Quiéranlo o no, detrás de un gran hombre hay una gran mujer)
Las Potestades del pater provienen de tres fuentes: La procreación en Justa Nuptiae, la legitimación, la adopción y la adrogación; esta última tenía como finalidad evitar la extinción del culto privado mediante la adopción de un sui juris que renunciaba a su propia pietas para abrazar el culto de su nueva familia agnaticia. Gayo destaca el carácter despiadado de las potestas y se le atribuye su origen a Rómulo, el fundador de Roma , quien supuestamente las habría promulgado en una ley de dudosa veracidad. Las potestas poseen características, cuya dureza se fue atenuando con el correr de los siglos.
La primera de ellas es El Tollere Liberos, que consiste en la facultad del Pater para aceptar o rechazar a su hijo recién nacido, pudiendo abandonarlo o incluso matarlo( me pregunto si lo habrán copiado de los espartanos….mm… y es peligrosamente similar al tema del aborto selectivo que permitiría que los papis se deshicieran del bebé si no les gusta lo que ven en la ecografía… creepy ¿o no). Si el pater levanta al niño, significa que reconoce su paternidad (a lo rey León); mientras que el derecho a matarlos se reservaba para casos de criaturas deformes. Resulta extraño el hecho de que a pesar de que se generaron discusiones al respecto, aún en la época de Dioclesiano esta práctica no se prohibía. Si nos trasladamos a la época actual, podemos observar que la exposición del hijo ha sido completamente erradicada, es más, ni siquiera es necesario que el padre reconozca al hijo, puesto que la paternidad puede ser comprobada a través del análisis del A.D.N.
La segunda facultad se conoce como Ius vitae et necis o derecho de vida y muerte, que permite al Pater someter a sus hijos a castigos corporales y, si lo estima conveniente, matarlo. Esta práctica atroz fue condenada en el período clásico mediante medidas como obligar al padre maltratador a emancipar a su hijo e incluso a penas de deportación por la muerte del hijo maltratado. El derecho de vida y muerte se conocía también como el derecho de corrección y castigo, que luego evolucionó a la obligación de corregir los comportamientos inadecuados del hijo; lo que hoy vendría siendo el deber a educar. (Supongo que a algunos les gustaría que las facultades más extremas se hubieran mantenido jajjaa @_@)
Otra de las potestades existentes era la Noxae datio en la que el padre podía entregar a su hijo a través de la mancipatio al perjudicado por un delito que ha cometido (el hijo). El Ius vendi o facultad para vender al hijo era otra de las atribuciones del Pater, provocando su caída en esclavitud si era vendido trans-Tiber. Si el hijo era vendido tres veces dejaba de estar sujeto a la patria potestad, de esta manera se pretendía que los padres no abusaran de esta facultad.
El Pater también podía arrendar a sus hijos y darlos en matrimonio si la necesidad de que ellos lo consintieran[8]; dicha práctica fue bastante común hasta los albores del siglo XX. Las facultades señaladas anteriormente junto con el derecho a nombrar un tutor testamentario y reclamar al hijo de quien lo retenga mediante la vindicatio in patria potestamen corresponden a los derechos del Pater sobre la persona de sus hijos, los cuales, hoy en día, nos parecen arbitrarios. Sin embargo resulta penoso observar el hecho de que en la actualidad se presentan casos de padres que aplican a sus hijos castigos corporales que les pueden causar la muerte. Si bien estas prácticas fueron abolidas por el Derecho Justineaneo y la influencia del cristianismo sobre el Derecho Romano, aún existen padres que se autoproclaman pequeños dioses y deciden acerca de la vida y la muerte de sus descendientes.
Pero el Paterfamilia no sólo tenía derechos sobre la persona de sus hijos, sino que también sobre sus bienes, debido a que todo lo que los hijos adquirían pasaba a engrosar el patrimonio del jefe de la familia. Para modificar esta injusta situación se crearon los peculios, cuya definición inicial coincide bastante con lo que hoy en día se comprende como mesada. De esta manera, por peculio se entiende “la suma de dinero que se le entrega al hijo para que la administre libremente” .[9] Lo anterior corresponde al primer peculio que fue creado: el peculio profecticio, que no era ni legable ni donable y que, en caso de que el hijo muriera, retornaba al patrimonio del Pater ; le siguieron el peculio castrense creado por Augusto , compuesto por los botines de guerra y los sueldos de la carrera militar; el cuasicastrense creado por Constantino que consistía en el salario que ganaba aquel que se desempeñaba como funcionario público; el adventicio constituído por los bienes entregados al hijo por la madre o los parientes maternos y de cuya mitad el Pater obtenía el usufructo una vez que el hijo era emancipado(establecido por Justiniano, pues antes el Pater se quedaba con un tercio) y, finalmente, el peculio adventicio extraordinario, del cual el Pater no tiene usufruto. Los peculios, junto con el establecimiento de sanciones para los “malos padres” así como la tipificación del Parricidio realizada por Justiniano contribuyeron a disminuir los alcances de las potestades del pater, las que hacían de él un ser onmipotente que podía usar, gozar y deponer de la vida de sus agnados según mejor le pareciera. Lo anterior es absolutamente antinatural y despótico, ya que atenta contra el derecho natural, atacando la dignidad humana de quienes se encontraban bajo su poder, convirtiéndose prácticamente en sus esclavos. Ciertamente, el hecho de que existieran aparte de vínculos jurídicos lazos de sangre, hace pensar que, en la práctica, el ejercicio de las potestas no era tan drástico; testimonios del período clásico y los mismos acontecimientos violentos de los que somos testigos a través de los casos de violencia intrafamiliar que salen a la luz nos demuestran que, prácticas como el castigo y la corrección y el derecho de vida y muerte están aún vigentes, pese a que quienes las practican obviamente ignoran que hace más de dos mil años eran consideradas absolutamente legales.
Ser padre hoy no es lo mismo que serlo en la Roma Arcaica e incluso en la Roma Clásica, donde la potestad paternal era, ante todo, un derecho y no una obligación. Gracias a la influencia cristiana, en la actualidad ser padre significa cuidar y proteger a los hijos, corrigiendo su comportamiento si es necesario, pero evitando el maltrato. Hoy los hijos adquieren la autonomía jurídica una vez que alcanzan la mayoría de edad establecida en el país que habitan y no están sujetos a la voluntad de su padre, sino que a la tutela de éste; es decir, el padre ya no dirige la vida de sus hijos, sino que la encauza.
Ser padre en el siglo XXI es mucho más complejo que haberlo sido en el siglo II D.C; puesto que la obediencia de los hijos está supeditada a la confianza y a la comunicación y no al temor que produce el poder ilimitado y perpetuo del que el pater estaba investido. Más que una labor política, jurídica y económica, la paternidad es una labor ética, que implica educar y entregar amor. (No sabía como ponerle fin a este engendro así que me decidí por una frase media para el bronce y dulzona con algo de moralina, que igual tiene algo de cierto, porque los hijos, hoy en día se trauman por todo y son harto más rebeldes, porque ahora nadie se cree un “ Claudito, si te portas mal te vendo a los macedonios y dicen que a Don Alejandro le da lo mismo almeja que mejillón”
[1] Bonfante, Pedro “Instituciones de Derecho Romano, pág143-144.
[2] Samith, Gina “Apunte Nº 11 Derecho Romano Status Familiae”
[3] Arias Ramos y Arias Bonet, “Derecho Romano II”, pág.726
[4] Arias Ramos y Arias Bonet, “Derecho Romano II”, pág.726
[5] Arias Ramos y Arias Bonet,”Derecho Romano II”, pág.727
[6] Samith, Gina, “Apunte Nº12 Derecho Romano Patria Potestad 2003”
[7] Petit,E. “Tratado Elemental de Derecho Romano”, pág144.
[8] Torrent, Armando, “Manual de Derecho Privado Romano”, pág. 516-1517
[9] Samith, Gina, “Apunte Derecho Romano Nº12 Patria Potestad 2003”
Algo tierno y un poco ñoño
sábado, 25 de agosto de 2007
Un Ser muy especial

Mi última obra producida en litigación oral

martes, 21 de agosto de 2007
Cosas que salen de mi loca cabecita

Ahora les mostraré algunos dibujillos que he hecho a lo largo de mi vida =), porque tengo pensados algunos temas sobre los cuales escribir, pero luego de como 6 horas ininterrumpidas de clases no soy capaz de hacer elaboraciones intelectuales descentes.
Mi gran tortura son los fondos
Aunque lo puse en uno de mis primeros posts, lo repito porque es mi favorito ^_^
Éso es todo chin chin...!!! Pronto escribiré algo
Que disfruten este vil relleno @_@ ajajajajajajaj!!!
sábado, 18 de agosto de 2007
Juan Buscamares: Corriendo hacia el agua

Sin temor a equivocarme puedo decir que “Juan Buscamares” son las dos lucas mejor invertidas de mi vida (Carlitos Matthei, un buen amigo al que años después le obsequié este cómic no podía creer que hubiese costado tan poco…y yo, cuando lo compré 4 años antes, tampoco ¡ja!), pues su calidad es innegable; por algo Félix Vega (Hijo del renombrado dibujante Oscar Vega) está haciendo carrera en España trabajando con grandes guionistas.

El agua, como todos sabemos, es la fuente de la vida y su escasez tiende a provocar muchos inconvenientes (Dicen los analistas políticos que las próximas grandes guerras del mundo estarán motivadas por el dominio del recurso hídrico), por algo los territorios desérticos son considerados como hostiles para la vida humana.
El calor agobia, ahoga, consume, quema y desespera. Por el contrario, el agua entrega paz: nos remonta a los días felices en que flotábamos despreocupadamente rodeados de líquido amniótico dentro del protector vientre materno y Juan busca, precisamente, el vital elemento viajando en un destartalado vehículo a través de parajes desérticos. Su recorrido es áspero y solitario, las personas son sólo estaciones en su camino. Sólo corre hacia el agua, hacia un sueño lejano que yace en el horizonte infinito y él no puede detenerse, ni siquiera para amar, porque es el buscamares, un cazador de esperanzas.
Este cómic es una verdadera joyita, porque logra combinar un excelente dibujo con un gran ritmo narrativo y, al mismo tiempo, imprimirle un carácter personal a la obra transmitiendo un mensaje profundo pero no por ello críptico, cosa que pocos pueden jactarse de hacer. La verdad es que “Juan Buscamares” es una historieta de las buenas, incluso mucho mejor que algunas novelas gráficas del viejo continente que he leído y hay varios aspectos que me gustaría destacar, pero me centraré sólo en tres:
El primero de ellos es, obviamente, el excelente dibujo de Félix Vega, quien da muestras de un virtuosismo extremo a la hora de crear atmósferas y personajes, de plasmar las expresiones en sus rostros y cuerpos y de delinear paisajes con un poco de tinta y un buen achurado… nunca menos ha sido más ( Bueno.. tal vez eso pueda aplicarse al espectacular dibujo de “Clover” de las chicas CLAMP). Los vehículos son impresionantes pues se trata de piezas “enchuladas” como un submarino adaptado para andar sobre la tierra (obvio, si ya no tiene dónde sumergirse) y su funcionamiento es bastante creíble. Cabe mencionar también el bello y sensual tratamiento de la figura humana que me hace recordar a las féminas de Milo Manara (Las del Clic, porque los diseños de City Hunters no me han gustado mucho), aunque sin los labios tan voluminosos.
En segundo lugar quiero hacer referencia a los simbolismos introducido a través del elemento onírico fuertemente presente en la obra. Aquí Vega establece una conmovedora intertextualidad con el célebre Principito de Saint-Exúpery, homologando ambos viajes.

Por último, hay que destacar la fuerza de los personajes: El carácter mesiático de Juan, la sórdida locura de aquellos que, agobiados por el calor, han perdido toda fe y ha renegado de sus valores en pos de la sobrevivencia. El chocante pragmatismo de Aleluya, una mujer que desde niña se prostituye por un mísero sorbo de agua y la desgarradora dualidad vida-muerte patente en una de las secuencias más emotivas e impactantes del cómic en la el desierto florece cuando la tierra resquebrajada es regada por la sangre recientemente derramada por un monje-profeta.
viernes, 17 de agosto de 2007
Podereso caballero es Don Dinero

“Poderoso caballero es don dinero”
Ensayo basado en el libro “Abismo y cimiento: Gustavo Ross y las relaciones entre Chile y Estados Unidos 1932-1938” de Joaquín Fermandois.
Resulta imposible referirse a las relaciones entre los diversos países del orbe sin aludir al factor económico. Hermosa es, sin duda, la épica gesta homérica que llevó a los griegos a devastar Troya, pero creer que su objetivo era recuperar a la bella Helena es pecar de inocente, pues dicha ciudad controlaba el paso hacia oriente. Aún ya en aquellos tiempos eran las riquezas las que movían los intereses de las naciones y a lo largo de los siglos esta situación ha sido una constante al analizar la evolución del panorama internacional. Sin ir más lejos, basta citar los antecedentes de la Guerra del Pacífico para corroborar lo anterior[1].
“Poderoso caballero es don dinero” dijo el poeta Quevedo no sin un dejo de sarcasmo, mas esta acertada expresión jamás quedará en desuso y es primordial para entender la dinámica de las relaciones bilaterales entre Norte y Sudamérica , sobre todo en la turbulenta década de 1930.
En “Abismo y cimiento” Joaquín de Fermandois realiza una amena y didáctica aproximación histórica a dichos años (1932-1938) a fin de ilustrar las políticas tanto chilenas como estadounidenses y analizar los efectos que el segundo gobierno de don Arturo Alessandri Palma tuvo en el ámbito diplomático. Cabe destacar que, ante todo, en las relaciones bilaterales prima el aspecto económico y, por lo tanto, es la gestión del ministro de hacienda Gustavo Ross la que interesa a Washington.
Durante bastante tiempo el país del norte centró su política hacia Chile en el ámbito de la protección de los capitales norteamericanos que se encontraban invertidos aquí generando en las personas un sentimiento de rechazo a lo que consideraban un excesivo egoísmo por parte de un país más rico. Ahora bien, dicha actitud era recíproca y el acercamiento de Estados Unidos a Sudamérica en general y a Chile en particular se debía a la necesidad de encontrar un mercado alternativo para los productos e inversiones que ya no podían enviar a la convulsionada Europa de la post-guerra. De esta manera invertir en Sudamérica era considerado un mal menor y era necesario hacer omisión de los prejuicios y recelos generados a partir de la particular idiosincrasia de los pueblos americanos[2]... fue así como nació la política del buen vecino, aplaudida por unos y cuestionada por otros. Celebrada fue, obviamente, por cuanto implicaba un enorme beneficio para Chile en materia de inversiones y exportaciones en una época donde el caos político previo y los vaivenes de la economía nacional habían sumido al país en la depresión; Cuestionada, porque se pensaba que sólo era un bello discurso, una careta y que había una intención oculta bajo la política implementada por Roosevelt. ¿Era fundada esta sospecha? ¿Realmente Estados Unidos se había convertido en un amoroso vecino o sólo planeaba apoderarse de las riquezas de Chile?
Las buenas intenciones del estadista norteamericano son incuestionables pero es iluso suponer que no esperaba ningún beneficio a cambio; después de todo en las relaciones internacionales, aún más en materia comercial, se requiere un grado de reciprocidad...pero ¿Qué esperaba Estados Unidos de Chile?
Por las características del panorama internacional y por la deteriorada situación macroeconómica reinante en Chile se pretendía no ir a pérdida, simplemente resguardar las inversiones, y para lograr se requería como mínimo un ambiente de estabilidad económica y apertura de mercado. Será justamente este último punto la generatriz de las dificultades para entablar una relación armónica entre ambos países.
Para que existiera estabilidad económica primero se debía conseguir la estabilidad política y esta se logró una vez que Alessandri Palma asumió la presidencia de la república en 1932 luego de una serie de gobiernos de facto. Subió al poder acompañado por un gabinete del cual formaba parte Gustavo Ross, hombre de preclaro intelecto para los negocios que a través de medidas bastante impopulares entre la población y varios sectores políticos logró mejorar sustancialmente la situación económica del país. Al respecto Wooten afirma que “El país es violentamente nacionalista en sus tendencias, y es probable que siga la conducción de políticos inescrupulosos que podrían estar a la cabeza del gobierno en su desapego de los de los derechos de los inversores extranjeros y en el cumplimiento de las obligaciones internacionales del país”[3] .
Mención aparte merece el curioso hecho de que durante “la segunda anarquía” Estados Unidos se haya negado a intervenir militarmente en el país ante las peticiones de ciertos chilenos que veían con horror como se sucedían bizarros experimentos gubernamentales de escasa duración. Supongo que en aquella época la austral región era considerado un socio comercial de menor importancia y que el fuerte remesón económico que había sacudido al país del norte enfrió un poco sus ansias de hegemonía por un corto período de tiempo.
Resulta paradojal el hecho de que mientras Estados Unidos consideraba a la política económica chilena demasiado nacionalista, los propios coterráneos de Ross alegaran que su visión no resguardaba eficazmente los intereses del país y que debía ser más proteccionista. Ninguno de los países estaba muy de acuerdo con la manera en que Gustavo Ross llevaba las finanzas del país y sin embargo este logró realizar una gestión impecable considerando las circunstancias en que recibió el malogrado erario nacional. También resulta muy curioso que sea Estados Unidos el tacharan a Chile de proteccionista cuando incluso ellos estaban cultivando un política económica de esas características y es que en los turbulentos tiempos que se vivían depender del voluble mercado internacional era como jugar a la ruleta rusa.
Después de la Primera Guerra Mundial y la debacle bursátil de 1929 todos los países sólo pensaban en lograr su propia recuperación y alcanzar el mayor grado de autarquía posible para protegerse de futuras crisis mundiales. En aquella época se tendió a la constitución de sistemas económicos cerrados altamente proteccionistas y, en algunos casos, planificados como reacción a lo que se consideraba el total fracaso del liberalismo. Estos dieron resultados relativamente buenos como el caso de la Alemania Nazi y Japón, por lo que en Chile se miró con buenos ojos este sistema y muchos políticos entre los que destacan los radicales y socialistas proclamaban la adopción de dichas políticas, reclamando un mayor intervención estatal. ¿Hubo intervención estatal durante el gobierno de Alessandri? Sí. Justamente fue éso lo que provocó el escozor de los norteamericanos, sin embargo la intromisión estatal en la economía fue discreta en cuanto sólo pretendía sanear el sistema y reactivar económicamente el país. Esta mesura en el intervensionismo estatal y la idea de promover las inversiones extranjeras fue lo que le valió más críticas al ministro de hacienda, pues el grueso del país clamaba por una economía similar a la de la Alemania Nazi, pero aquello era inviable. Sólo Ross y unos pocos adelantados comprendían que las economías cerradas estaban destinadas a morir y ya en aquella época habían (aunque en menor grado que ahora) una interdependencia entre los diversos mercados del planeta. Lo cierto es que si bien Ross deseaba, como buen liberal, que Chile participara de la economía mundial; también estaba consciente de la lamentable situación en que el país estaba y que no se encontraba preparado para entrar en la escena económica mundial sin barreras de protección.
Héctor Rodríguez de la Sotta, líder conservador, sintetiza muy bien la naturaleza de la política de Ross ilustrando los criterios sobre los cuales se funda el proteccionismo moderado que se aplica en Chile: “Primero, que esas industrias interesen realmente a la economía general, de suerte que haya una razón suficiente de bien común para protegerlas; y segundo, que esas industrias tengan una base sólida de existencia dentro del país, que les permita una vida propia y no una vida artificial, al amparo de una protección exagerada.”[4] Hace hincapié, a su vez, en que “el proteccionismo tampoco envuelve un activismo estatal en el sentido de la propiedad estatal de las unidades productivas, ya que el Fisco es el peor de los administradores (...)y además todos los problemas comerciales se convierten en problemas internacionales de Gobierno a Gobierno”.[5] Defiende ,también, la necesidad de promover inversión extranjera por ser necesarios para el desenvolvimiento y progreso del país lo cual permite el establecimiento de una relación dinámica de Chile con la economía mundial.
Los tópicos más sensibles en las relaciones bilaterales entre Chile y Estados unidos en esos años fueron: la ya mencionada anteriormente protección de los capitales estadounidenses en Chile, la nacionalización del salitre a través de la creación de la CONVESA, la peculiar copropiedad de la compañía de electricidad entre capitales norteamericanos y el gobierno, que más que nada provocó rechazo en Chile; la negociación de la deuda externa, pieza maestra de la gestión del ministro Ross y la aparición de conflictos en relación al cobre que tendrían su punto álgido décadas después.
Al mirar hacia atrás cabe preguntarse cómo han cambiado las relaciones entre Chile y Estados Unidos, ambos países han crecido, eso es innegable, sin embargo, esencialmente seguimos estando en una situación desventajosa: el peso político y económico de Estados Unidos es inmenso, tanto así que es capaz de doblegar a los organismos internacionales para hacer y deshacer en “defensa de la democracia”. Dicha impunidad se debe a su gran poder económico que le ha permitido desarrollar dos potentes armas: el poderío militar y las presiones económicas, de hecho basta con recordar que la firma del TLC estuvo marcada por la tensión de no haber apoyado a Estados Unidos cuando se votó en la O.N.U la aprobación de la guerra en Irak.
Bibliografía:
-Andrades, Eduardo, Apuntes de clases, Universididad del Desarrollo, Concepción.
-Fermandois, Joaquín, “Abismo y Cimiento: Gustavo Ross y la relaciones entre Chile y Estados Unidos 1932-1938” Ediciones Universidad Católica de Chile, Stgo, Chile.
[1] La causa desencadenante de la guerra del pacífico fue la violación del tratado suscrito por Chile y Bolivia en 1874, en virtud del cual “Las personas, industrias y capitales chilenos no quedarían sujetos a más contribuciones de cualquiera clases que fueren durante 25 años”, sin embargo en el año 1878 se dictó una ley que aumentaba el gravamen al salitre con la subsiguiente molestia de los empresarios chilenos quienes se negaron a pagar, sufriendo el embargo de sus bienes a manos del Estado Boliviano y gatillando una respuesta armada por parte de Chile.
[2] “Abismo y Cimiento” pag.30.El concepto de “Republiqué Sudaméricaine” que ilustra la idea de la república bananera en cuyo gobierno se suceden los golpes de caudillos de variopintas ideas o extracciones. Lo que actualmente sucede con Venezuela y su “pintoresco2 presidente es un buen ejemplo de ello.
2 Pág.76. Las poco alagadoras palabras del agregado militar de Estados Unidos en Chile Ralph Wooten : “Nunca debemos ser tan estúpidos de nuevo como para confiar en la estabilidad de un político chileno o en el valor de un peso chileno.” .
[3] Abismo y Cimiento, Pág. 76.Impresiones del agregado militar norteamericano respecto de la economía chilena. Sostiene que es necesario presionar para asegurar el respeto a los inversionistas de su país.
[4] Abismo y Cimiento pág.96
[5] Abismo y Cimiento pág.96
jueves, 9 de agosto de 2007
¿Conoces a Harry Haller?

lunes, 6 de agosto de 2007
Estudiando chueco

Estudiar derecho es una experiencia particular, una suerte de dimensión desconocida para aquellas personas que no han sido poseídas por el espíritu de Ulpiano o Papiniano y creo que nadie que ingresa a esta carrera sale incólume, pues los niveles de strés y frustración son bastante altos( y ojo que yo estudio en una privada): Si no eres loco cuando entras, sales medio deschavetado al final. Jajajajaj, salvo honrosas excepciones, entre las cuales claramente yo no estoy considerada @_@. Pero ¿Qué hago estudiando derecho?.. bueno, pues, doy jugo... Aunque suene muy feo, generalmente doy bastante jugo pues mis intereses van más por el lado extrajurídico y bueno, la mitad del tiempo no le encuentro ni pies ni cabeza a lo que estudio, pues la redacción de nuestras leyes es bastante poco feliz(un excelso profesor suele decir éso... "la norma tiene un redacción poco feliz" para decir cordialmente que la gente que hace las leyes actualmente nunca aprendió gramática o también está el clásico "no preguntes el porqué, simplemente es así" o "porque el legislador lo quiso" que son típicas de la particular legislaciónm tributaria) ..... ahh,..... es que ya no hay gente como Andrés Bello...U_U qué pena..... pero bueno, como diría mi sabia hermana mi "encargo inicial "está mal hecho... Aunque ni tanto, porque ahora que recuerdo, cuando chica quería ser abogado debido a la influencia de "Se hará justicia" jajja pero luego abandone mis planes cuando un compalero de colegio acosador me dijo que seríamos "colegas" y "compañeros de U" (a los 10 años mo sabía que existía otra U que no fuera de la Conce jajajaj) y simplemente no pude soportar aquella idea sumado al hehco de que supuestamente debía estudiar demasiado, lo que derivó en tomar una decisión mucho más romántica: Estudiar Diseño Gráfico, pero a pesar de que estaba extasiada con los ramos de dibujo, el computador fue demasiado para mí y me dí cuenta de que no tenía la fuerza moral para enfrentarme a él.
Cuando tienes una vocación poco definida o bien careces de ella no queda otra opción que tomar el camino más cercano a tus habilidades. No puedo negar que extraño dibujar como una enajenada día y noche y amanecerme maqueteando con los dedos ensangrentados y volada con agorex que supuestamente está libre de tolueno (Es una mentira!!! Te vuelas igual) o inventar canciones acerca de las bondades del masking tape, pero al menos ya no le temo a mi futuro y he olvidado lo que es pasar una noche en vela. No seré Matt Murdock ni Dannie Crane, pero en algo contribuiré para despeinar el sistema y ganarme unos pesitos para poner mi ansiada editorial de cómics... total, si me aburro entre juicio y juicio puedo divertirme haciendo carituras de las personas que allí comparecen.
PD: Realmente este post es bastante desartculado pues es producto de un colapso mental causado por corregir certámenes @_@ ahahahahahaha Help... en otro momento escribiré algo más coherente y tengo un mensaje para aquellas criaturas que sí tuvieron vacaciones: LOS ENVIDIO Y LOS ODIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!! JJAJAJAJAJJA-------(Ahora pongo de fondo Can I play with madness?)